El precio de los carburantes ha experimentado un descenso en sus precios, como pocas veces se ha visto en los últimos años. No en vano, su cotización en los mercados financieros le ha llevado a un precios por debajo de los 45 dólares el barril. Y el ahorro en este combustible en esta energía está siendo brutal, precisamente en consonancia con la bajada tan brusca del crudo.
Pero, según los rumores de los usuarios españoles, lo que es muy extraño es que no haya repercutido en los consumidores. Ni en las tarifas de los transportes públicos (avión, autobús, ferrocarril, etc.), ni en el momento de repostar gasolina en las estaciones de servicio. "Esto es un timo, y alguien se lo está llevando calentito", explican estas mismas fuentes.
Es hora que las autoridades de nuestro país nos explican porque no bajan estas tarifas, cuando el precio del petróleo está en mínimos históricos, y con visos de seguir con estos márgenes en sus precios. Verán que cuando se cambie de tendencia, rápidamente habrá un incremento en todos los carburantes. Y sino, tiempo al tiempo. Seguiremos informando...
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