Son muchos los usuarios financieros que se preguntan como puede permitirse créditos que se comercializan bajo tipos de interés que hasta pueden llegar al 1.000. Han leído bien, de cuatro dígitos. Lo cierto es que son legales, y eso es lo más triste, están admitidos por las autoridades económicas.
No nos engañemos, se tratan de vías de financiación realizadas por usureros, que tratan de explotar al máximo a los demandantes de estos productos. Cada vez más empresas, y plataformas financieras, se están dedicando a esta actividad comercial, y en muchos casos bajo campañas de publicidad no muy legales, en donde llevan al equívoco a los posibles suscriptores del producto.
A ello se le une la incorporación de varias comisiones, y un plazo de devolución excesivamente rápido, que de incumplirse puede generar mayores problemas a los demandantes, a través de más recargos e intereses adicionales, que encarecen finalmente el coste de la operación con estas empresas. Y que en muchos casos, llevan a la ruina a algunas de las personas que se decantan por esta singular vía de financiación. Ante la imposibilidad de formalizarlos con los bancos o entidades de intermediación convencionales. Seguiremos informando...
No hay comentarios :
Publicar un comentario