Los mercados financieros caen a plomo estos días, pero especialmente el petróleo, que está casi en mínimos históricos, y con visos de que siga esta tendencia bajista tan abrupta, que puede tener una seria consecuencia en las economías internacionales.
Pero lo realmente extraño, tal y como apuntan los rumores que proceden de los consumidores, es porque no está repercutiendo en el precio de los carburantes. Porque la vedad, el usuario no lo está notando lo más mínimo. Ni al conducir su coche, ni en los transportes públicos, ni en nada. Parece, aducen estas voces, que esto es una tomadura de pelo para quienes necesitan esta energía para trabajar, viajar, y desplazarse a otros destinos.
No hay explicación lógica a este hecho, a no ser, que como siempre, unos cuantos se estén poniendo las botas a costa de los ciudadanos. Y que en España tiene su máxima expresión, por encima de los restantes países de su entorno. La pregunta clave es que, si bien el precio del petróleo es la mitad más barato que hace pocos meses, como es que el usuario pague lo mismo por él, o si acaso una pequeña reducción de unos cuantos céntimos de euros.
De momento, nadie lo ha explicado, y por tanto, el mosqueo entre los usuarios es más que justificado ante lo que está pasando en los mercados del crudo. Seguiremos informando...
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