La visita de Rajoy a un pueblo de la España profunda, en Castilla y Leon, no lleva a un viaje a través de la historia y volver a los tiempos de Alfonso XIII. Un pueblo en donde no se lee, no hay periódicos, y por supuesto que no saben lo que es Internet. Su único acceso a la información es a través de los canales de televisión (TDT), todos al servicio del gobierno.
Mandados por los caciques de turno, y que en estos parajes de Castilla y León son toda una institución, son el verdadero poder. Durante la monarquía alfonsina, en la II República, en el régimen franquista, y ahora en la mal llamada democracia. Este es el perfil de votantes que busca el Partido Popular, y en concreto su presidente, que prefiere la lectura del Marca a las de los grandes pensadores. Que narices, a la de cualquier escritor.
Estamos en manos de estas gentes. Y esperemos, tal y como comentan los rumores, que por poco tiempo. Sino será cuestión de pensarse en el exilio. No crean que estos populares buscan el voto de las clases ilustradas, por supuesto, que no, sino de los integrantes de la España más negra, tan amigos de "Viva las caenas". Este es el origen de este partido, de gran tradición caciquil, y más ahora. Seguiremos informando...
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