Parece
mentira, pero es una realidad que se puede constatar en las principales
ciudades de España. Han aparecido los colilleros, algo que no se veía desde los
días de nuestra guerra civil. Son personas, en paro o de bajo condición social,
que recorren los bares, tabernas y restaurantes de la ciudad para recoger las
colillas que sus clientes tiran en la calle, en muchos casos tras dar un par de
chupadas al cigarrillo.
Pero también visitan centros públicos (hospitales,
institutos, delegaciones administrativas, etc.) donde sus trabajadores
aprovechan un rato para echarse un "pito". Pues bien, estos
colilleros se están duplicando ya en todas las ciudades, en unos casos - los
más - para conseguir tabaco para uso personal. ¡A donde hemos llegado¡.
Y en
otros, para reciclarlo en cigarrillos y venderlos por módico precio a personas
que no pueden permitirse pagarse una cajatilla de tabaco. Vamos, después de
estar baboseados y chuperreateados por los fumadores de origen. ¿A dónde
hemos llegado, señores? Seguiremos informando...
No hay comentarios :
Publicar un comentario