Este es el primer año en que la pugna entre los taurinos y los que están en contra de las corridas de toros ha llegado a su apogeo, incluso casi al borde de la agresión física. Hay muchos millones en juego en esta actividad, no toda a través de los cauces legales.
Ante esta situación, los rumores de las calle inciden en que la mejor solución para aplacar este enfrentamiento social podría residir en un referendum sobre la celebración de las corridas. Pero no hay afiladas lenguas que indican en que los partidarios taurinos no estarían interesados en su celebración. El motivo que aducen es que han perdido el fervor del público más joven y tendrían todas las de perder si prospera esta iniciativa.
Es más, según algunos estudios, apuntan a que los partidario de los toros solamente podrían triunfar en las poblaciones de menos habitantes, mientras que en las grandes capitales (con la excepción de las andaluzas) lo tendrían todo perdido. No en vano, hay podría estar la clave de no llevar a cabo esta consulta popular. Seguiremos informando...
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