Entre tanta información doméstica, que si la formación de un nuevo gobierno, que si la brutal y despiadada corrupción del Partido Popular, están ausentes otras informaciones de vital importancia en el mundo. Según nos informan, los rumores apuntan a una guerra de imprevisibles consecuencias entre Rusia y Turquía. Se veía venir, señores.
Y la espoleta ha sido la visita de Henry Kissinger a la capital eslava. Por lo visto, ha anunciado que de iniciarse el conflicto bélico, el gobierno norteamericano se pondría del lado de los otomanos. Es una rigurosa primicia a la que ha tenido acceso este digital, una vez más. Y de consecuencias imprevisibles, hasta el punto que se inicie una nueva guerra mundial. Y mientras España, como siempre, en la inopia, con sus Belenes Esteban, con su fútbol, y con su tribialismo pueblerino, como dijese Jose Ortega y Gasset, entre otros intelectuales.
De cualquier forma, hay una cosa segura, y es que este mundo está agonizando como consecuencia de un sistema económico como el capitalismo, completamente injusto y manipulador. De aquellos polvos vienen estos, y ustedes finos analistas ya saben a lo que nos referimos. Atentos a los próximos acontecimientos, y si no al tiempo. Seguiremos informando...
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